Hoy día la Abogacía se apoya fuertemente en la tecnología para el desarrollo de sus servicios, siendo las bases de datos jurídicas existentes remotas, que nos permiten acceder a las últimas líneas jurisprudenciales, un exponente típico de cómo se introducen las TIC en nuestro ejercicio.
Más allá de este tipo de tecnologías típicas, existen otras de las que se vale nuestro bufete para prestar un servicio más cualificado y ágil para el cliente como son los programas de escaneo para controlar las nuevas marcas y patentes que se registran en las Oficinas de Propiedad Industrial y que permitan llevar a cabo una protección más exhaustiva de los signos distintivos que se nos encomiendan.
La modernización en los servicios legales nos permite, a día de hoy, utilizar y difundir sistemas como los correos electrónicos y los mensajes cortos de móvil certificados notarialmente, con un ahorro considerable para el cliente y una rapidez mayor.
Del mismo modo, la contratación electrónica utiliza plataformas tecnológicas que permiten contratar a distancia con una seguridad y certidumbre mayor que el mero sistema de intercambio de correos electrónicos habitual en las empresas.
Otra línea de modernización la constituye la creciente digitalización de expedientes en nuestro bufete que nos permite tener un acceso casi instantáneo a la información del cliente y facilitarle documentación que muchas veces éste precisa y no dispone de ella.
El acceso remoto del cliente a sus expedientes configura otro de nuestros próximos objetivos para mantenerle puntualmente informado de todas las actuaciones desarrolladas en relación al mismo y de la documentación más relevante que le concierna.